jueves, 20 de marzo de 2014

LA LEGITIMIDAD DE LOS GOBERNANTES

LA LEGITIMIDAD DE LOS GOBERNANTES En estos días he oído y leído mucho sobre la legitimidad de Nicolás Maduro (actual Presidente de Venezuela), en relación a que el origen de su mandato fue un proceso electoral por el "ganado". Entiendo bien que esos comentarios, provenientes de otros Presidentes Latinoamericanos como Mujica (Uruguay), Fernández (Argentina), Rousseff (Brasil) y Bachelet (Chile), obedecen más al sentido de auto preservación que a la convicción de que Maduro actué correctamente; esta auto preservación se activa cuando los Presidentes latinoamericanos sienten temor que los próximos a quienes las manifestaciones pretendan apuntar sea a ellos, entendiendo que en cada uno de esos países existen movimientos sociales que tiene agendas establecidas y en cuyo objetivo primordial podría convertirse la salida de estos Presidentes, si el efecto Venezuela resultara exitoso. Repitiendo que tal temor es entendible, también es un arma de doble filo, ya que hace rehenes a esos Presidentes de sus propios temores, impidiéndoles diferenciar entre la Legitimidad de Origen y la Legitimidad en el Ejercicio. En efecto, la Legitimidad de un Gobernante no es algo único, indivisible y blindado, tiene componentes, cuyo alineamiento es necesario para que tal legitimidad exista y sea continua en el tiempo. Legitimidad de Origen: El primer elemento de esta Legitimidad es específicamente el origen, provenir de un acto electoral en el que la voluntad mayoritaria de un pueblo le otorgue el mandato Presidencial a una persona determinada, preferiblemente en elecciones universales, directas y secretas. Tal definición suena bien en principio y parece incuestionable, pero realmente tiene matices, ya que no siempre los eventos electorales son democráticos y para muestra esta Cuba, país en el que se vota periódicamente, pero en el que a su vez toda oposición política al Partido Comunista Cubano está prohibida, siendo este el único que puede postular candidatos a los caros de elección popular. Otro ejemplo de ello es Corea del Norte, país que se dice altamente democrático y en el que e Líder Supremo fue elegido Diputado con el 100% de los votos, sin que se sepa con quien o quienes compitió y mucho menos el funcionamiento del sistema electoral. Si queremos un ejemplo histórico y latinoamericano, debemos recordad a Alberto Fujimori en Perú, quien luego de haber sido legítimamente elegido presidente de Peru, opto por invocar esa legitimidad como base para un gobierno dictatorial. Estos ejemplos permiten ver que la legitimidad de origen requiere de una base realmente democrática en una elección libre y pluralista. Pero además de lo anterior la legitimidad de origen pasa por otro matiz necesario, que es el reconocimiento del adversario político, de su existencia y más aun de su peso dentro de la sociedad. Por amplio que sea el margen de votos del ganador o por pequeño que pueda ser, la democracia impone que todos deban ser oídos. Un Presidente electo con un amplio margen no puede pretender que aplastara a sus opositores y los pulverizara solo por haber ganado, por el contrario, debe oír las necesidades de esa parte de la población tanto como de quienes votaron por él. Más aún, si las se ganan por pequeños o estrechos márgenes, se impone la obligación de negociar con la otra mitad sobre las soluciones y proyectos a desarrollar. Está claro entonces que la legitimidad de origen es mucho más que simplemente ganar una elección. Legitimidad en el Ejercicio: Como ya dijimos, el mecanismo de elección, los márgenes de votación, el reconocimiento del contrincante, el pluralismo y por sobre todo el ejercicio democrático dan origen a un Gobierno Legítimo, pero este Gobierno de Origen Legitimo debe mantenerse así, ¿qué significa esto?, simple que el ejercicio del poder legítimamente adquirido, debe estar acorde con el ordenamiento interno del país y con las normas internacionales sobre la materia. En efecto, el Gobierno de un país no es un trofeo que dé al ganador el poder y la potestad para actuar como le plazca. El gobernante aun cuando Legitimo en su Origen, debe también ser legítimo en su forma de actuar. El marco constitucional, los tratados internacionales en materia de derechos humanos y sobre la corrupción administrativa son algunos delos aspectos de esa legitimidad de ejercicio. En efecto un Gobierno Legítimamente electo no puede, so pretexto de su origen, violentar los derechos de los ciudadanos o pretender imponer sus designios a sangre y fuego violando los derechos humanos de sus ciudadanos. El actuar fuera de estos mandatos, el abusar de la fuerza o el aplicar lo que se conoce como terrorismo de Estado, hace que un gobierno se transforme en ilegitimo aun y cuando su origen sea Legitimo. Ejemplo de ello, muy relevante y por demás decidor, lo conseguimos en la Alemania de Hitler, quien llego al gobierno, no por un golpe de mano o por una toma violenta del poder; no, lo hizo legítimamente y con el voto del pueblo Alemán, pero nadie hoy podría decir que el proceder, la forma de actuar y los métodos empleados por Hitler hicieron honor a la legitimidad de su origen. Muy por el contrario, la principal crítica a ese periodo de la historia está en el abuso que se produjo en la Alemania Nazi, gracias a que se "respeto" incondicionalmente el origen legítimo de Hitler y sobre todo la idea de que Alemania debía resolver por sí sola sus problemas internos. Un punto importante a establecer es que la legitimidad de un Gobierno no puede provenir de una formula falsa o forzada, un gobierno que modifique el ordenamiento jurídico a su antojo, que use el poder de la Justicia o que emplee el poder de las armas para sustentarse; un gobierno que emplee estos medios para legitimarse en el poder es solo una dictadura constitucional, tal y como lo dije aquí mismo en mi artículo “VENEZUELA LA PRIMERA DICTADURA CONSTITUCIONAL DEL SIGLO XXI”: (http://julioazarahernandez.blogspot.com/2011/01/venezuela-la-primera-dictadura.html) De allí entonces que los procedimientos en el ejercicio del poder, las buenas practicas, el respeto de los derechos humanos y el debido respeto de la constitución y las leyes, los tratados y convenios internacionales, así como el respeto del adversario político, constituyen lo que se puede denominar la Legitimidad en el Ejercicio, que unida a la Legitimidad de Origen, constituyen en su conjunto a "Legitimidad" de un Gobierno. Dejo al lector la decisión de si el actual Gobierno Venezolano es Legítimo o no, mi opinión ya esta tomada hace mucho tiempo y plasmada en mis escritos.