miércoles, 16 de agosto de 2017

UNA RESPUESTA A LOS CRÍTICOS DE LOS CRÍTICOS

UNA RESPUESTA A LOS CRÍTICOS DE LOS CRÍTICOS Desde hace algún tiempo he leído con mucha atención, un sin número de artículos de personajes relevantes de oposición, criticando duramente y hasta en términos ofensivos a todo aquel que manifieste una opinión crítica en contra de la MUD o de sus dirigentes. Se les tilda de ignorantes, de divisionistas, de estúpidos y en algunos casos se atreven hasta a asignarle profesión a las madres de esos críticos. Ahora bien, quienes defienden a la MUD de esa forma y pretenden así defender el proceso opositor, lejos de lograr la unidad opositora, día a día, logran un mayor número de críticos y que las grietas en la oposición se multipliquen y abran cada día más. Se pretende unidad sin disentimiento, cosa que no es propia de la democracia y parecería más propia del partido de gobierno, del PSUV. La democracia exige crítica y respeto a esa critica; el totalitarismo exige obediencia perruna, pensamiento único y seguimiento sin crítica ni opinión. Es así como el Gobierno habla de “guerra económica” y todos sus partidarios a coro gritan “guerra económica”, sin cuestionar que tal “guerra” no existe o que la situación económica se deba a malas políticas del gobierno. Este ejemplo ilustra claramente que la unidad “oficialista”, no es más que pensamiento único inoculado a la masa oficialista, a la que no se le permite ni criticar, ni mucho menos disentir. Aquí podemos citar otro ejemplo, ¿Qué pasa con los oficialistas que osen criticar o disentir?, la respuesta la vemos en el encarcelamiento del General Baduel o la persecución de Luisa Ortega Díaz. Pero regresando al caso de la oposición, quisiera realizar un pequeño ejercicio de memoria en cuanto a su actuación: 1) año 2002 una muy mala actuación de la oposición hace que un Chávez caído regrese triunfante a la presidencia; 2) año 2002-2003 un paro indefinido produce una gran molestia a la población, que ve interrumpidas sus navidades por el que se denomino paro petrolero; resultado: ninguno, los expdvsa nuca fueron reincorporados, Chávez no se vio debilitado y el gobierno salió fortalecido internacionalmente de ese episodio; 3) En el 2003 se nos llamo una recolección de formas para un revocatorio, que al realizarse sin autorización del CNE no sirvió de nada; 4) en el 2004, el revocatorio presidencial que además de perder produjo la denominada “lista Tascon”; 5) En 2005, las elecciones parlamentarias, a las que la oposición se negó a ir para “deslegitimar” al gobierno, resultado: la totalidad de la Asamblea Nacional en manos del oficialismo; 6) En 2006, elecciones presidenciales, que perdió la oposición; 7) En 2010, elecciones parlamentarias, la oposición se presenta, los votantes castigan y la representación opositora es minoría en la Asamblea Nacional; 8) En 2012, Presidenciales frente a un agonizante Chávez, pierde la oposición; 9) En 2013, nueva presidencial por muerte de Chávez (lo que se sabía que ocurriría), la oposición pierde nuevamente, hay muchas dudas, pero la oposición, por cansancio, termina aceptando el resultado, sin salir a la calle a pelear sus votos; 10) En 2015, elecciones parlamentarias, la oposición gana muy holgadamente, la Asamblea Nacional resultante es inútil ya que el TSJ obstaculiza sus actividades permanentemente; 11) En 2016, solicitud de revocatorio, en resumen, ni le hicieron caso a la oposición; 12) En 2017, 16 de julio consulta opositora, 30 de julio elección constituyente. Si vemos toda esta línea de tiempo, ¿Qué tienen en común a lo largo de los años las actuaciones de la oposición?, el generar una expectativa por un resultado y no obtenerlo. Como es claro, los líderes de la oposición se fija metas, objetivos que no logran cumplir o se ven impedidos de lograr, pero a su vez existe otra reacción común, la oposición crece por el descontento en contra del gobierno, aun y cuando sus líderes no logren conseguir el camino correcto. El numero de opositores es cada día mayor y es simplemente porque el gobierno es tan malo que empuja a la gente hacia la oposición, casi que a empellones. La consecuencia de esto es la variopinta conformación de la oposición, su diversidad de pensamiento y acción. Lo que diferencia en mucho a la oposición del oficialismo. La oposición (y en especial sus líderes), debe dejar de ser tan “sensible” a las críticas y empezar a oírlas; deben dejar esa soberbia que les invade, cuando dicen que ellos son los únicos que hacen algo por Venezuela y descalifican a cualquiera que les critique sus directrices o fallidas acciones, instándolos, mejor, retándolos a proponer algo mejor, casi en tono de burla, por creer que ellos y solo ellos son dueños de la verdad y que sus críticos son meros pusilánimes e ignorantes que rebuznan sin sentido. En términos claros deben empezar a comportarse como demócratas.