jueves, 23 de marzo de 2017

ENEMIGO AL ACECHO

Todo régimen autoritario, del signo que sea, necesita un enemigo poderoso y osado, un gran enemigo que con solo nombrarlo, la sangre del pueblo se congele y se haga necesaria la intervención inmediata del gran líder, para tranquilizar los ánimos y asegurar a sus seguidores que nada podrá sucederles. Esos enemigos algunas veces son verdaderos, existen, pero la mayor parte de las veces son meras creaciones del grupo gobernante que, ante su ineptitud, se ven obligados a inventarse sus propios fantasmas. El Imperio, los Contra-Revolucionarios, la Derecha, la Burguesía, los Empresarios, los Pitiyanquis, los Pelucones, los Reaccionarios, la Oligarquía Amarilla, la Oligarquía Parasitaria, la Oposición Apátrida, son algunos de los inventados en los últimos 18 años por la Revolución Bolivariana, quien en busca de un enemigo digno, ha creado muchos, pero ninguno realmente creíble, con lo que a cada rato se ven obligados a crear otro y así mismo al crear los enemigos se ve obligada a crear complots, tramas de novela que hagan creer a sus seguidores que la amenaza es real y que esa amenaza es lo que impide alcanzar el estado de felicidad que tanto se promete y que nunca se concreta. Es así como al principio, eran los magnicidios los que se revelaban como una amenaza inmediata y terrible; el asesinato del líder como mecanismo para truncar el camino hacia el estado de felicidad ofrecida, por ello todos estaban obligados a defender al líder y a tomar las medidas necesarias para evitar que los “enemigos”, cual Robespierre tropical, logren sus objetivos de decapitar a la revolución. Así los intentos de magnicidio pasaron por muchas etapas y escenarios, desde el cohete anti-tanque, que pertenecía a las FAN y que querían dispárale a un Avión en pleno vuelo, hasta el lanzamiento de un mango a quema ropa. Ninguno de ellos comprobado, ninguno de ellos con culpable, ninguno de ellos con la mas mínima credibilidad, pero siempre se decía lo mismo: “tenemos las pruebas y las vamos a dar a conocer el día….”, días que nunca llegaron, pruebas que nunca fueron mostradas, pruebas que realmente nunca existieron. Pero como el enemigo es malo y el complot es la mejor excusa para tapar las fallas de las revoluciones (lo fue en Rusia, en Cuba, en China, en Corea del Norte y en toda Revolución Comunista del planeta), se hace necesario inventar a cada falla una nueva conspiración depravada que quiera, solo por maldad, derribar la felicidad del pueblo Revolucionario. Es así como, cuando comienzan los problemas eléctricos en el país llegan las Iguanas Ninja (primas hermas de las tortugas) y se encargan de sabotear el sistema eléctrico nacional, a tal punto, que lo colocan en estado de gravedad absoluta. Aunado a estos animalitos expertos en sabotaje, llegan los Yihadistas urbanos de la oposición, que en ataque suicidas, se auto electrocutan con el solo objetivo de dejar al pueblo revolucionario sin electricidad. Sabotaje que también es ejecutado por las empresas productoras de alimentos (en más de un 60% propiedad del gobierno y otro tanto ocupadas por él), que “esconden” o “bachaquean”, de forma inmisericorde, los alimentos del pueblo. Y qué decir del peor de los complots, “LA GUERRA ECONÓMICA”, terrible estrategia que consiste en recibir dólares a 10 y venderlos hasta en 4.000, sin importar ni un gramo de nada que el pueblo necesite, pero eso si culpando a todos los enemigos de estar detrás de esa guerra que hace padecer hambre y enfermedad a la ciudadanía. Esa guerra está en todas las áreas de la economía, a tal punto que es la culpable de que falten medicinas, papel toilette, margarina, aceite, pasta, harina de trigo o cualquier útil de aseo personal; es el acabose del país en manos de unos degenerados que, según el gobierno comunista, por sabotear los logros y la felicidad revolucionaria, son capaces de dejar morir de hambre a sus propios hijos con tal de desacreditar a la Revolución Bolivariana. Ahora llego el momento de la denominada “Guerra del Pan”, ante la escasez de este alimento, que no puede ser producido por falta de materia prima, el Gobierno Revolucionario llego a la conclusión de que los Panaderos están conspirando, lo quieren tumbar a punta de pan, o mejor, por falta de pan. Resulta que los Portugueses, Españoles e Italianos que durante 50 años han trabajado duro, con tesón, con sacrificio, reinvirtiendo en Venezuela lo que se han ganado lícitamente, ahora son parte de esa maquinaria de sabotaje que, juntos con las Iguanas Ninja y otros más, quiere dañar, a como dé lugar, los logros revolucionarios. Si, esos saboteadores de la esquina, el “portu”, el “españoleto” o el “italianito”, que hasta nos fiaba de vez en cuando o nos daba un pan de regalo en navidad, ahora son los más temibles enemigos del pueblo. La realidad es otra y quizás es tiempo de que algunos la vean. George Orwell en su obra Animal Farm, Rebelión en la Granja o la Granja Animal (el titulo que más les guste), describió muy bien este mecanismo de autodefensa utilizado por los revolucionarios para esconder sus errores, sus fallas y evidentemente su incapacidad para cumplir lo prometido, describiendo como los cerdos (sin alusiones personales a nadie), culpan de todas sus fallas, pifias o desmanes a un cerdo llamado Snowball, que al no estar de acuerdo con los métodos de los “lideres”, fue expulsado de la feliz granja; este cerdo Snowball, es siempre el saboteador empedernido, el enemigo público, quien se roba el alimento, quien daña las cosechas, quien destruye el molino, en fin es quien a placer de los “lideres” es acusado de cualquier cosa que a ellos se les ocurre como excusa por su ineptitud. En Venezuela sucede los mismo, los lideres son incapaces de mejorar la situación del país, carecen de ideas para ello, por eso, cada día el país se derrumba mas y mas, pero no es culpa de los ineptos, no, ellos están haciéndolo todo bien y los enemigos, los saboteadores les dañan todos sus planes, todas sus obras; esos saboteadores son tan hábiles que no existe plan que la Revolución idee que ellos no contra-ataquen y de inmediato destruyan. Los Saboteadores son tan eficientes que lo único que alcanzo a preguntarme es: ¿si son tan capaces, mucho más que los del gobierno, porque no mejor los ponemos a gobernar a ellos? Como es evidente, aquí enfoque, con algo de humor negro y sarcasmo, la tragedia que aqueja a Venezuela, por ello quiero decir algo muy en serio para finalizar. Los cambios que Venezuela necesita no van a llegar de la mano de un mesías, eso fue precisamente lo que nos llevo a Chávez, los Venezolanos debemos entender que, como dijo Betancourt, cuando Venezuela ha necesitado libertadores los ha parido, nunca los ha importado. El destino de Venezuela está en manos de los Venezolanos, los que desde dentro dan la lucha día a día y sufren las penurias de vivir en ese emulo de la Granja Animal, o de los que estamos fuera y que día a día tratamos de hacer entender a los habitantes de las tierras en las que nos encontramos, cual es la verdad de lo que sucede en Venezuela, lo que sufre su gente, lo que padecen los que allí habitan y las necesidades materiales y espirituales de esa bella gente, que sin importar su color, raza, idioma, religión o condición económica se hacen llamar Venezolanos.